MONASTERIOS
Clarisas de Ávila
Nuestra Forma de vida consiste en creer y guardar el santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, sin otra tarea esencial más que vivir de su Palabra, en entrega de amor a su voluntad, con un estilo típicamente franciscano: desde nuestra vida de contemplación, en fraternidad, trabajando y compartiendo lo que somos y tenemos con sencillez.
Esta Comunidad de hermanas clarisas, es conocida popularmente con el sobrenombre de «Las Gordillas», debido a la variedad de encina que rodeaba el emplazamiento primigenio. En el siglo XVI, las hermanas se trasladaron a un convento de la ciudad, aquí permanecieron 467 hasta 1971, fecha en que se mudaron a nuestra ubicación actual.
El actual Convento, dentro de su gran sencillez, se acomoda mejor a las necesidades actuales de las hermanas. En él residimos felices, esforzándonos por continuar testimoniando en nuestra Ciudad de Ávila, que el Señor es nuestro Dios y que Él es la fuente de nuestro gozo.
Clara nació en Asís en el año 1193, del matrimonio Favarone de Offreduccio y Hortolana. Conoció el ideal evangélico de Francisco y percibió su originalidad. Le sedujo la pobreza vivida como un camino hacia una verdadera fraternidad. Un camino de sencillez, de paz y de alegría. Y se decidió a emprender esa nueva senda.
En la contemplación de Jesucristo, a ejemplo de María, Clara descubrió su razón de ser y la meta última de su andadura. Desde su invitación a considerar que el fundamento de todo está en Cristo, nos convida a centrar la vida toda en Él, no para buscar un refugio o para huir de las dificultades del mundo, sino para acoger, para participar más profundamente de la vida de los hombres, de sus más secretas y desconocidas aspiraciones, para comprometerse a construir la historia humana según el proyecto de Dios.
PRODUCTOS