MONASTERIOS
Clarisas de Cantalapiedra
Muchas cosas en esta comunidad son diferentes hoy a como eran en sus inicios, y también ha habido muchos cambios en la Iglesia y en la sociedad en los últimos cien años, pero más allá de las formas, y de las circunstancias de cada época, lo esencial permanece inmutable, y es lo que da sentido y orientación a este lugar: el Amor desbordante del Sagrado Corazón de Jesús por todos y cada uno de los hombres
Este monasterio fue fundado el 31 de mayo de 1920 por la Venerable Madre María Amparo del Sagrado Corazón (+1941, en proceso de beatificación), monja profesa del monasterio del Corpus Christi de Salamanca. La comunidad tiene por fin particular, en el carisma clareano, amar, reparar y consolar al Sagrado Corazón de Jesús, y rogar especialmente a Dios por la santificación de los sacerdotes y las almas consagradas. Los trabajos especializados que realizan son la repostería y la encuadernación. Otro aspecto importante es la acogida y la hospitalidad, compartiendo la Sagrada Liturgia con quienes se acercan al monasterio.
María Amparo Delgado García nace el 30 de octubre de 1889 en Cantalapiedra (Salamanca), donde treinta años más tarde fundaría un monasterio de clarisas dedicado al Sagrado Corazón de Jesús.
Desde muy niña sintió deseos de consagrarse por entero a Dios; ya a los 10 años recibió del Señor una visión que, aunque no comprendió por entonces, sí entendió que encerraba la voluntad de Dios para ella y para todas las almas que Él mismo asociaría a este proyecto de su Corazón: “Era una casa semejante a un convento, pero estaba fundado sobre un río de gracias… Me pareció ver cómo llegaban las almas en figura de palomas […], pero no bebían en el río sobre el que estaba edificada la casa, sino en el mismo Corazón de Jesús, que las acogía con amor entrañable”.
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