MONASTERIOS
Clarisas de Villacastín
Nuestra Señora de los Ángeles
Nuestra Forma de Vida es ésta: “guardar el Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, viviendo en obediencia, sin propio y en castidad” (Regla I,2).
EL convento fue construido entre 1621 y 1632, siendo ocupado por monjas franciscanas a finales de este último año. Serían los benefactores Don Juan de Pedraza y los condes de Molina de Herrera (Don Pedro Mexía de Tovar y su esposa Doña Clara de Paz.
La iglesia, en la que se ofrece misa a diario, está presidida por un retablo renacentista flanqueado por dos lienzos de Santa Clara y San Francisco en sus laterales.
A lo largo de los cerca de cuatrocientos años que el monasterio ha sido morada de las clarisas han procuraron tareas para su sustento. Así, mantuvieron durante un largo periodo un parvulario y escuela. Hasta no hace muchas décadas también bordaban. En 2011 decidieron iniciarse en el arte de la repostería con la ayuda de las clarisas de Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real).
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