Actualmente estamos envasando nuestros quesos al vacío con una máquina no adecuada para nuestra producción. Con la máquina de retractilado, nos aseguramos que la presentación de los quesos es la mejor y que no perdemos el vacío.
Sería un don de Dios poder adquirir esta nueva máquina.
Que el Señor mueva manos y corazones generosos.
Muchas gracias. Un abrazo, unidos en la oración:
“A Jesús es imposible conocerle y no amarle, amarle y no seguirle”
Hno. Miguel Angel Arias Pérez, OCSO
Abadía de Viaceli